“Pero, aunque la «localización» de la vida cotidiana sea un hecho indiscutible, cabe preguntarse qué efectos producen unos cambios tan profundos como los de nuestro siglo en el «sentido del espacio». ¿Existe aún la sensación de formar parte de un área local? ¿Se asume la responsabilidad hacia el entorno cercano? (…)”

(Linda McDowell, Género, identidad y lugar, 1999)

Durante el año 2020, fue desarrollado el proyecto Escuela de Formación Territorial (EFT), iniciativa impulsada con recursos del concurso de Innovación en Docencia Universitaria DACIC, que decantó en la creación de un optativo colegiado desde la Escuela de Geografía en colaboración con la Escuela de Historia y Ciencias Sociales. El objetivo de la iniciativa radicó en la necesidad de complejizar los procesos formativos, fortaleciendo la cooperación, interdisciplina y aprendizaje situado, elementos establecidos como una necesidad por parte de los propios estudiantes.

El curso estuvo constituido, aproximadamente, por 20 estudiantes, quienes desarrollaron proyectos con la intención de vincularse con actores de distintos ámbitos. De esa forma, se trabajaron temáticas como educación ambiental, el rol de la disciplina en el medio nacional, arte callejero, conflictos socioambientales, entre otras, articulándose con profesionales, docentes, estudiantes de educación media, comunidades y dirigentes locales.

En esta ocasión presentamos la entrevista realizada a Francisca Jaksic Sepúlveda, estudiante de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales, participante de la EFT en su primera versión. Francisca integró la actividad realizada junto a su grupo de trabajo en la población Arica de Valdivia, en conexión con jóvenes habitantes de este barrio.

Francisca Jaksic, estudiante de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales, UACh

Respecto a la experiencia en el curso, Francisca comentó que se realizó principalmente por medio de una actividad consistente en analizar junto a jóvenes de la población Arica ciertas problemáticas que aquejan el lugar donde habitan y que impacta sobre ellas y ellos. Desde ahí, el tema central fue el impacto que genera la Chipera de la Portuaria Corral, ubicada justo en la población.

“La idea de la actividad estuvo centrada en la participación activa de las y los jóvenes, iniciamos una conversación sobre las consecuencias negativas o positivas que identificaban y así generaran discusión entre ellas/os, siendo nosotras/os meros moderadores de la actividad y dejando que se expresaran”. Destaca también que la cuestión que más impresionó fue cuando mostramos una imagen satelital extraída de Google y notaron que el tamaño de la planta de chip es mayor al de la población.

 

 


Infografías que fueron uno de los resultados de la actividad realizada en la población Arica.

Asimismo, comentó que dentro de los aspectos claves fue la planificación, donde se identifica el territorio y la problemática sobre la cual se quiere aportar. Otra cuestión primordial -agrega- es tener la intención de generar un aporte a las y los pobladores, en ese sentido, la vinculación con el medio desde la Universidad no debe ser sólo un discurso, debe ser llevado a la práctica, e instancias como la EFT pueden ser una gran oportunidad para ello.

También relevó la importancia de considerar imprevistos y factores externos que puedan ocurrir en el actual contexto de pandemia, sobre todo cuando se trabaja con grandes grupos que no coinciden en tiempos, entonces es necesario contar con actividades flexibles que permitan realizar la actividad de la mejor forma.

Finalmente, Francisca releva la importancia del trabajo interdisciplinar y colectivo, estudiar las problemáticas desde distintas áreas y así encontrar soluciones a los problemas de las y los pobladores, apuntando a que la EFT es un curso para esto, “para que puedan conocer la geografía un poco más desde la práctica”.

Debido a la exitosa experiencia, en el segundo semestre de este año se replicará nuevamente este optativo, esta vez también orientado a contextos escolares secundarios de la región.