Por Benjamín Núñez
Estudiante de Geografía, Escuela de Formación Territorial GEOUACh

En muchas ciudades de nuestros territorios se han establecido varias ferias libres, las cuales generan una apropiación de un territorio en particular, intercambio de dinero y relaciones sociales en espacios donde por lo general asisten todo grupo de persona y funciona como punto de encuentro, sin necesidad de ir a comprar algo que allí venden.

Pero ¿Por qué son importantes las ferias en estos tiempos? En una sociedad altamente avasallada por las grandes cadenas de supermercados, en donde no venden más que plástico por sobre productos naturales, es importante darle relevancia a estos
espacios que generan fuentes de trabajos, circulación del dinero, relaciones socioculturales y aprovechamiento de un espacio geográfico dentro de las ciudades o
territorio. Esto último es de suma importancia para pueblos o comunas pequeñas ya que, por lo general, son lugares en que la mayor parte de la ciudadanía vive en sectores rurales por sobre lo urbano, entonces se deben trasladar a los pueblos para realizar trámites u otras tareas. Es ahí donde las ferias tienen una gran relevancia en el espacio ya que muchas personas se sienten parte del lugar y de lo que existe en él.

Para romper la lógica mercantil-capitalista existente dentro de la cadena de producción de los supermercados, es decir, donde la predominancia del plástico por sobre lo
desempaquetado es evidente, con rutas de transporte cuyas distancias acarrean significativas cargas ambientales, con productos que muchas veces se enmarcan fuera de
lo que podría denominarse como una ‘producción ética’ por parte de las grandes cadenas de agroindustrias. Entonces, es importante darle relevancia a estas dinámicas sociales que generan fuentes de trabajos, circulación local del dinero, relaciones socioculturales, así como un aprovechamiento múltiple de los espacios dentro de las ciudades y también en cuanto a la interacción con espacios por fuera de éstas. Esto último es de suma importancia para los pueblos o comunas más apartadas, que por lo general albergan la mayor parte de su población en sectores rurales, sirviendo lo urbano como eje donde convergen flujos de diverso tipo, esto es, realización de trámites, la asistencia a servicios educativos o de salud, y también para el aprovisionamiento de aquellos productos que por diversas razones les es complejo o difícil producir. Es ahí donde las ferias tienen una gran relevancia en el espacio geográfico, ya que colaboran con la población -en general de recursos más limitados- por la cercanía que ofrecen como punto central, por sus precios más accesibles, por la calidad de sus productos, por la generación de fuentes de trabajo – donde las mujeres participan en mayor medida-, además del rescate de las prácticas locales con vasta tradición (ej: helados artesanales, tortilla de rescoldo, mote con huesillo, elaboración textil). Asimismo, muchas generaciones tanto de oferentes como compradores se han afianzado con esta práctica y con los espacios que utilizan, haciendo que más productos aparezcan en las ferias y tornando más atractivo estos mercados, haciendo que las personas se sientan parte del lugar y de lo que puede existir en él.

Helado de Nieve de sector Vilches, San Clemente. (Feria Expo Pehuenche, febrero 2020). Foto: Benjamín Núñez.

Un ejemplo de la relevancia de estas formas de comercialización, esto En el caso de es la feria libre de San Clemente (Región del Maule), compuesta por cerca de 80 personas que a su vez conforman 3 sindicatos de diferentes feriantes, con participación de mujeres
sobre el 70%, provenientes en gran medida de sectores rurales, y que funciona cuatro días de la semana con horarios extendidos que permiten gran afluencia. Sin embargo, según los propios dirigentes, hace unos meses se ha presentado la noticia de tener que
trasladar el lugar que actualmente ocupa la feria hacia un punto con condiciones de espacios distintas y menos favorables: desde un terreno baldío amplio se moverán a una calle más estrecha, esto debido al levantamiento de edificios en el terreno que actualmente ocupa.

Uno de los problemas que enfrentan, se evidencia en la necesidad de entregar a la comuna un espacio donde puedan vender sus productos y así darse a conocer dentro una parte de la población, emergente pero no menos importante, principalmente compuesto por mujeres de la comuna que provienen de sectores rurales a vender sus productos, lo cual generando un ingreso económico importante para sus familias y así mismo darle una identidad de lo local a los que habitamos en este territorio, teniendo en cuenta que esta comuna es principalmente agrícola, pero con altos índices de producción que es para ser exportada a mercados internacionales.

Entonces dentro de ese panorama es evidente la necesidad de entregar estos espacios ya sea de manera autogestionada y autoconvocada como también entablar dialogo con las autoridades locales para organizar espacios, permisos y demás.

Dentro de la gran cantidad de producción de alimentos transgénicos que existen en chile es relevante que se tomen acciones sociopolíticas para detener la alta producción de aquellos productos que están derivando no solo en daños del organismo, si no, también de los ecosistemas, e. Es por esto que muchas organizaciones como la FAO llaman a darle cabida a espacios como ferias libres, mercados abiertos y puestos locales que incentiven a la producción limpia y orgánica deteniendo el mercado transgénico de alimentos que están provocando impactos que alteran la calidad de vida de las comunidades.

¿Es posible realizar soberanía alimentaria y regular las economías locales con las
ferias libres?
La soberanía alimentaria es un concepto que viene a trabajar desde una perspectiva de repensar lo que producimos en diversos territorios con prácticas ancestrales pero sobre todo tener una pertinencia de lo local por sobre lo industrial, teniendo en consideración que la gran mayoría de las producciones a nivel mundial apuntan a los mercados competitivos por sobre la protección de los elementos de la naturaleza como el agua y la tierra, así mismo revitalizar las practicas ancestrales de cada pueblo. Evidentemente sí, ya que, en estos espacios circula el dinero no se acumula en una sola persona (o institución), a diferencia de las cadenas de supermercados, que sí tienden a monopolizar los comercios locales y a concentrar estos ingresos. Las ferias locales o libres rompen con las lógicas del capital que busca una dependencia por sobre la interacción socio productiva. En las ferias, la mayoría de los alimentos que se venden provienen de pequeños agricultores los cuales anualmente realizan rotación de cultivos, utilizan tecnificación en sus predios, técnicas de producción como son los invernaderos y se está implementando darle un carácter orgánico para ir rompiendo con algunas prácticas convencionales de producción.

Es importante señalar que la soberanía alimentaria por estos días esta mas que amenazada debido al TPP11 (Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico) en donde nuestra soberanía alimentaria se estaría perdiendo producto de estos tratados que vienen a destruir lo poco que va quedando como es el intercambio de semillas, practicas ancestrales, cultivos y productos sin adherentes químicos que dañan nuestra salud, entre otras cosas.

Desde la geografía podríamos aportar elementos técnicos los cuales benefician estas actividades socioeconómicas, ya sea realizando estudios de impacto ambiental socio territorial y económico, para buscar soluciones a los problemas que la sociedad actual presenta.